La sublevación de julio de 1936 interrumpió las vacaciones del joven Jokin Egia Unzueta, capitán del puerto de Bilbao. Por orden del lehendakari Agirre, crea y dirige la Marina Auxiliar de Guerra de Euzkadi, la heroica flota de voluntarios del combate de cabo Matxitxako.
Llamado el Arratiano por su tenacidad, George Steer le bautizó como el Almirante Egia por su temple. En el exilio colaboró con los servicios de información, fue preso en el campo de Gurs, huyó a Irlanda, y sirvió en las Fuerzas Navales Francesas Libres y en la RAF británica. En 1950 se asentó en Liverpool con su mujer Miren Orrantia, miembro de Eresoinka. Murió en 1956.
Salvo su foto de carnet, ninguna imagen recuerda al Jokin Egia jefe de la Marina de Guerra de Euzkadi que dejó más huella documental que personal. Esta es la historia del marino Egia que defendió sus ideas en la guerra y en la paz frente amigos y enemigos, la memoria que ha custodiado su hija póstuma, Miren Egia.